Esta obra se enmarca en la actual dedicación del artista a la edición digitográfica.

Tras comprobar hace una década que las tintas pigmentadas garantizan una permanencia física del color incluso superior a la de las litográficas, el artista comenzó a publicar sus propias ediciones en tecnología digital.

Su concepción gráfica se centra en el objetivo primordial de la obra seriada: uso de técnicas con ductilidad adecuada para la ejecución de la obra y accesibilidad para el público en los costos.

Cuando surge una nueva técnica es necesario volver a discernir entre el mero uso técnico y la intervención artística.

Lo determinante siempre es el dominio del artista, su exigencia en la obtención de los valores creativos deseados.

El público siempre es reticente a las técnicas nuevas. Consciente de ello, el artista ofrece por un tiempo sus digitografías a precios por debajo de los baremos de su obra gráfica general en otras técnicas. Al mismo tiempo, declara su máximo rigor en el trabajo y reconoce que los procedimientos digitales son herramientas de máxima ductilidad y amplias posibilidades, siempre y cuando se les dedique el alto cuidado que requieren.